viernes, 22 de enero de 2010

Para ir a ver: Ric Fierabracci


Los 70 millones de discos que vendió, sus premios y decenas de álbumes publicados bastarían para acercarse el 4 de febrero al Luna a ver a Tom Jones. Pero todos sabemos que no será así. Porque no es que se mueve la escena por su llegada, no hay agite. No escuchamos por estos días, en los pasillos de las carpas de La Lucila, o en dispensers de agua de las oficinas de Tribunales, "man, ¡viene Tom Jones!", a quien, reconozcamos, en estas tierras recordamos más por su participación en un memorable capítulo de Los Simpsons que por su último disco, 24 hours, que viene a presentar. Digamos también que eso es una falla nuestra, y no de él, que es un grande.

¿Donde duerme un elefante? Donde quiere. Esa es la máxima que rige a los grandes como Tom Jones, y él se da todos los gustos. Para esta gira se trae en el bajo al multifacético sesionista Ric Fierabracci, un virtuoso que si fuera futbolista, habría hecho millones sólo con los pases: tocó como en 70 bandas, entre las que para economizar sólo mencionamos a Beach Boys, Ann Hampton Calloway, Chick Corea y ¡Shakira! (participa en el video de Invisible), otra que se da todos los gustos y sobre quien ya volveremos. Compositor y productor, Ric construyó su mansión de California vendiendo jingles para Pepsi, CNN, Sony y Apple, por decir algunas. En 2007 sacó con su banda Hemispheres su disco homónimo, que fue nominado en 2008 a los Grammy por mejor álbum de jazz contemporáneo.

Un grande él también, Ric elige su equipo: bajos Pedulla (modelo Thunderbass) y Ristola, cuerdas D´Addario, amplificadores Crown, pedales Ernie Ball y mics DiMarzio, con los que tocará en Buenos Aires así:

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